lunes, 17 de enero de 2011

Pasión, fútbol y esperanza



Hoy para relajar un poco el tenso ambiente político y económico, me permito hablar de una de mis grandes pasiones. El Fútbol, porque es deporte y es vida. Y porque el fútbol es como la vida, por más que a muchos les pese o no lo entiendan. El fútbol es la intensidad con la que hay que mostrar las soluciones en un determinado tiempo, si no ya no vale de nada, aplíquense el cuento los políticos que ejecutan sus improvisadas medidas tarde. Como tarde planificó Mourinho sus cambios y sus planes. Yo desde aquí le critico. Es un gran entrenador y como tal debe ejercer siempre. Ayer contra el Almería no dejo ver sus virtudes. No puede ser que el Real Madrid se haya podido dejar media Liga en el estadio del último de la tabla. La primera parte del Real Madrid fue para no volverles a poner de titulares. La indolencia era su actitud y así no. Por eso aquí es donde entra la "esperanza". Esperanza de que despierten del letargo de creer que las cosas vienen solas. Esperanza de que se comporten como lo que son, profesionales de un gran equipo. Esperanza de que arrimen el hombro entre todos, a falta de un verdadero 9, aunque sea el "viejito", pero siempre efectivo, Van Nistelrooy. Siempre me pareció un "killer" de área, y ojalá vuelva. Así que con la esperanza de la esperanza sigo esperando que mi Madrid cambie.

El País.- Experimento fatídico de Mourinho
La exclusión de Benzema y la alineación de Kaká como hombre más adelantado añade confusión a un Madrid que encalla en Almería.
Almería, precario baluarte del último clasificado en la Liga más desigual de la historia reciente, fue el lugar elegido por Mourinho para explorar salidas al laberinto en el que se ha metido. Quizá especulando con la debilidad del rival, el técnico del Madrid encabezó la excursión con la mente alejada de los problemas inmediatos que plantea la competición. Por una parte, pensando en el futuro, emprendió la búsqueda de alternativas tácticas que no incluyan a Benzema en el ataque. Como no considera al francés una referencia ofensiva seria le dejó en el banquillo y trasladó un mensaje a la directiva que va más allá de la petición de un fichaje. Más que encontrar un sustituto a Benzema, el técnico pretende conquistar rincones de poder dentro del club que hasta ahora le han vedado. Para estos efectos precisa unas prerrogativas que Florentino Pérez le niega. En estas tensiones andaba el Madrid cuando arrancó el partido en el silencioso estadio de los Juegos del Mediterráneo. La afición local asistió descreída a los primeros tanteos. Acostumbrada como está a las decepciones no imaginó que su equipo estaba a punto de someter al Madrid a una prueba cuyo resultado condicionará profundamente lo que queda de Liga.

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