¡Bravo, por Nino!

Ayer, qué lástima, ya pertenece al ayer, pude disfrutar en la mejor compañía del musical en memoria de Nino Bravo, en el teatro Calderón de Madrid. Un espectáculo sencillo, hasta simple, pero conmovedor y sentido como era su intérprete. Hoy que tengo tiempo, escribo algo para recordar que también en la sencillez está la belleza más sublime. Letras casi universales, con sentimiento. Canto a "mi tierra", canto al amor, y sobre todo canto a la "libertad". No es cuestión de politizarlo todo, pero más de un dirigente político debería escuchar con atención su obra "Libre", para no imponer prohibiciones sólo por el hecho de no compartir algo. Que la libertad de todos esté presente, libertad en el más amplio sentido. Lo dicho, con mi libertad que es mía, mientras nadie me la quite, grito un Bravo Nino. Qué tu luz nos ilumine estés donde estés, grata sorpresa acercarme a tu historia.