
El niño es Marcelas Owens, que perdió a su madre hace tres años, víctima de una hipertensión pulmonar. La mujer, que trabajaba en un restaurante de comida rápida, fue despedida por sus frecuentes ausencias debido a su enfermedad. Cuando perdió su trabajo se quedó sin seguro médico. Los demócratas han basado su campaña a favor de la reforma sanitaria, que extenderá la cobertura médica a más de 30 millones de estadounidenses, en historias personales como la de Marcelas.
Ahora el niño, convertido en un activista para Obama, ha participado en la campaña porque su madre "era una luchadora. Estoy aquí por ella, quería que la gente tuviese atención sanitaria. Quiero que el presidente y todo el mundo se ponga de acuerdo y que se apruebe la reforma". Lo dicho, una cuidada escenografía para resaltar la importancia de la costosa reforma. Y lavar la cara, o más bien ponerla reluciente de melodrama, ante la posible caida electoral. Ya se verá. De momento olé por la magistral comunicación de los asesores del presidente Obama.
Muy buen análisis... sí señor.
ResponderEliminargracias guapa!. Tú sí que sabes!
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